Cuando hablamos sobre rehabilitación nos referimos a la acción de recuperar sanitaria, física, psíquica y conductualmente un animal silvestre que padecío algún tipo de patología o fué sustraído de su hábitat.

Por miles de años, las especies de vida silvestre han sobrevivido como resultado de generaciones de evolución. Los animales silvestres nacen genéticamente programados según su especie para reaccionar a las complicaciones que ocurren frecuentemente en el medio silvestre y con ello buscar la supervivencia. Esta es complicada, a veces muy corta y sin segundas oportunidades. El animal que tome las decisiones correctas es el que sobrevivirá para reproducirse y pasar sus genes a la próxima generación.

En la selva los humanos son parte de la cadena alimenticia y en la mayoría de las veces su asociación con otros animales silvestres resulta en situación negativa para la vida animal. Por mucho tiempo, la supervivencia del mundo animal ha estado basada en la capacidad a no ser escuchado ni visto por otros animales, incluyendo el hombre. Esta es la razón de que los animales silvestres sean tan difíciles de atrapar y en muchos casos hasta de observar. La primera opción para un animal silvestre es la de escapar a las situaciones negativas de su vida. Cuando hay una situación donde un animal debe usar su mecanismo de defensa específico de la especie, el conflicto usualmente termina en heridas serias o hasta la muerte. Los animales han desarrollado muchas advertencias para evitar conflictos como lo son amenazas visuales, llamadas auditivas y signos químicos. Todos estos métodos están dirigidos a reducir la necesidad de un conflicto y daño, promoviendo así la supervivencia y reproducción. Sin embargo, para muchas especies de aves y mamíferos, animales con estructura social, la supervivencia y la reproducción dependen de la posesión de un territorio y el control de grupo. Si este es amenazado surgen conflictos con grupos humanos u otros grupos de animales desarrollados en exceso por el cambio territorial. Cuando un animal silvestre llega herido a un centro de rescate, puede ser que sea resultado de estructuras hechas por el hombre o por los animales, o que esté débil por la falta de nutrición o enfermedad, resultados indirectos o directos de la restricción de sus territorios o modificaciones de hábitat y clima.

El nivel de interferencia dentro de un territorio animal ha alcanzado un punto en el cual los animales han disminuido a un nivel considerado, riesgoso o peligroso para su supervivencia, entonces deben tomarse medidas para tratar de rehabilitar correctamente estos animales (sin alterar sus capacidades y comportamiento natural) y liberarlos a su medio ayudando a mantener el número de la especie, en condiciones saludables.

El rehabilitar animales silvestres es una labor complicada ya que tradicionalmente no se considera el preservar los animales con la posibilidad de reinsertarlos a su medio. Poco existe de conocimiento en cuanto a métodos de conservación y cuido de animales en cautiverio, respetando su integridad, su comportamiento natural, y promoviendo para cada especie, el desarrollo de capacidades que le permitan sobrevivir de nuevo en la naturaleza.

Con este objetivo, en la Fundación Monkey Park, la regla de oro para los humanos en interacción con los animales, en todas las etapas de crecimiento y comportamiento del animal, es mantener la distancia. El recibimiento y cuido hasta su liberación, deber llevarse a cabo con estrictas normas en donde el recurso humano provee lo que el animal debido a su condición no puede acceder, pero no se interacciona con la especie de manera que el éxito de su liberación sea asegurado. Esta es parte fundamental de las estrategias de la Fundación, todas las acciones tales como el camuflado para alimentación y acercamiento a las jaulas de rehabilitación, el aislamiento, el estímulo con otros individuos de su misma especie y otros, son parte de este fin.